De Regreso...

Hola a todos... lamento mucho que nos hayamos descuidado con este blog (me refiero a Luis y a mí), pero lamento aún más la razón de por qué estoy escribiendo precisamente hoy. Espero que de verdad me disculpen (si es que todavía hay alguien que chequee la página, jeje), pero necesito desahogarme.

Con mucha tristeza informo que Cai, después de 14 años conmigo (a sus 98 años!) murió esta tarde en mis brazos. La pobre no podía más con su alma, así que la llevé al veterinario y decidí dormirla. Vivió una vida llena de ladridos (o más bien chillidos) que encabronaron a más de uno (me incluyo), nunca le faltó amor, y capaz que esa fue una de las razones de por qué duró tantos años (eso nos lo dijo el veterinario).

De verdad disculpenme por usar este medio que se supone divertido y lleno de cosas alegres, pero necesitaba hablar sobre uno de los seres más especiales que me han tocado el alma. Necesito cerrar un capítulo, necesito aceptar que ya no me molestarán sus ladridos o los pelos que dejaba en todo el mundo que la agarrara. Necesito decirle adiós...




Adiós Cai, que duermas bien...

Joaco.